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sábado, 20 de diciembre de 2008

La Tortuga de Darwin

En este cambio de lugares, nuevo nacimiento o mudanza que se le quiera llamar, el Teatro ha encontrado un hueco considerable. En mi último sábado Granaino llegué (corriendo, como siempre) al Teatro Alhambra para acudir a la función de "La Tortuga de Darwin", en mi primer martes Montpellierense (se dirá así?) tuve que tapar el hueco que dejó un actor en un grupo de improvisadores (mamá, en francés!) y en mi primer viernes Italiano fui a ver "Il Piacere dell'Onestá" al teatro comunal de Carpi, en provincia de Modena.
Evidentemente me abstendré de hacer reseña sobre el espectáculo de Impro... vaya por dios, que poca vergüenza tenemos los improvisadores...

La Tortuga de Darwin - Teatro Alhambra, 13 Diciembre

Cia Teatro El Cruce,
Texto de Juan Mayorga
Dirección de Ernesto Caballero


Con Carmen Machi. Esta reseña podría terminarse aquí: porque la obra no es otra cosa.
El texto es bueno, per caritá, encontré interesante el hecho de abarcar un tema tan "ya visto" como la antinaturalidad de la naturaleza humaha y a la paradoja de su "inversión de evolución" (a pesar de ser la creatura biologicamente más evolucionada del planeta, el ser humano comete errores y oprobios que sus antecedentes ni pueden concebir) me pareció interesante abarcar esa critica, digo, desde el concepto de la constante adaptación a las circunstancias (verdadero motor de la evolución).
La obra tampoco falta de puntos divertidos, de parrafadas potentes, de frases para apuntarse: un buen texto, en definitiva. Tengo colegas que saben más que yo que me dicen que de Juan Mayorga se han visto cosas mejores. Yo, que soy ignorante (hoy en día incluso nosotros tenemos derecho a abrir todos los blogs que queremos...) comparo el texto a un iceberg sin punta.
La escenografía no esta mal tampoco, me gustó mucho la solución del "pasillo" marcado por las luces en el suelo entre la cuarta pared y el estudio del profesor, las plantas son bonitas y las paredes de invernadero son baratas. En fin.
La puesta en escena... ¡Boh! Sin pena ni gloria.
Los actores secundarios... ¡Bah! Con pena sin gloria.*
Carmen Machi. Hubo un momento en la obra a partir del cual dejé de mirar los otros actores. Sólo me fijaba en Ella, en la exactitud de la mímica de su cara, en la dureza de su cuerpo de tortuga, con aquellos dos deditos de la mano izquierda que no terminaron de separarse durante su rápida evolución, su joroba, esas piernas rectas como dos palos (¿cómo puede aguantar un ser humano dos horas en esa postura... actuando?). ¿Cómo puede actuar un ser humano con esa voz que mata la garganta, pegando gritos, cambiando de tono, llorando y riéndo? Durante dos horas.
Dos horas al final de las cuales la muy cabrona tiene todavía la energía para tumbarse bocabajo cual muerta asfixiada y empezar a pegar brincos convulsionando todo el cuerpo para luego coger una salchicha frankfurt y comersela como se la comería una tortuga.
Porque cuando la miras tienes que volver a convencerte de que en realidad eso es un ser humano, una persona que está actuando de tortuga, no es una tortuga de verdad, no. Aunque la parezca.
Carmen domina perfectamente los tiempos de la interpretación, las subidas y las bajadas de intensidad, de tono y de registro, hace reír, da piel de gallina, asusta y convence.
Cómo dice Miguel Rojo: "¿Es Carmen Machi Dios?"
Sí.


* Hay que decir las cosas como son, el "doctor" es convincente.

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