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Me voy a vivir a Montpellier.

;)

domingo, 28 de diciembre de 2008

Emilia, my birthland...

Cómo han ido las primeras fiestas? Espero que bien. Cuidado que ahora viene la gorda!
Bueno, yo aquí en la Emilia que me vio nacer me estoy relajando mucho y pasándomelo muy bien.
Os pongo un mail que acabo de escribirle a Miguelón.

[...]
Cuéntame como te estan yendo las vacaciones (las vacacione) y todas esas fiestas que se hacen hacia fin de año.
Yo... pues muerto: de comer y de esquiar. Y de [...] porque Perú viene hoy y llevo dos semanas sin verla.
Desde que estoy aquí disfruto de la comodidad y lujo de vivir en la casa de mis viejos. Aquí tengo una abitación que más bien es un atico entero, así que puedo vivirla como si fuese mi propio piso. Como con ellos y esto me está poco a poco transformando en una gran pelota de comida. Veo de vez en cuando los amigos de por aquí pero en este momento del año están todos que se han pillado vacaciones (porque aquí él que no curre de 8 a 8 cada día en la oficina se ve en apuros) y se dan a la fiesta más loca (que por aquí significa volver a las 4 de la madrugada, pero yo tampoco pa eso estoy).
La Navidad ha dejado su huella: mi estomago grita socorro y mi intestino está en la comisaría denunciandome por agresión. Tres encuentros culinarios con tres ramas de la familia en un crescendo de aportación lipidica poliinsatura. Todo coronado por el día de ayer en el que fuí a hacer snowboard (esnóubor) con unos amigos en las montagnas de Modena donde, al terminar de machacarnos el cuerpo con saltos y tricks fuimos a comer Tigelle con Ciccioli y Grasa de Cerdo (preguntale a Rojo) tanto de merienda como de cena (en realidad la cena fue de Borlenghi, pero eso los andaluces no podéis comprenderlo... lo siento).
Todo lubrificado por Vin Brulé (vino caliente con clavo y cascara de naranja) y Bombardino Negro (licor de huevo caliente con ron, cafè y nata).
Desde ayer, en substancia, tengo una veneración satánica hacia la cocina Modenesa, especie en las montañas.

En fin, aquí todo es lujo y gula, parientes que lamentan tu gana de extranjero, amigos cuya vida sigue así, "bastante bien", como siempre (menos algunos, los grandes) y frío, macho. Muuuucho frío.
Y mucha niebla.
Debo pensar que la gente de aquí han desarrollado el sonar como los delfines, sino no me explico como pueden conducir con esta niebla. No se ve naaaaada! (esto también fomenta lo de trabajar como mamones)

Así que eso es, mi querido Miguelote,
espero que te lo pases bien y que tengas un fin de año cojonudo y un super año nuevo.
Tengo tu harmónica, pero no puedo practicarla porque está en Barna, pero esa es otra historia...
[...]

La historia de la harmónica y Barna os la contaré cuando se termine porque esta todavía está que no se sabe bien.

sábado, 20 de diciembre de 2008

La Tortuga de Darwin

En este cambio de lugares, nuevo nacimiento o mudanza que se le quiera llamar, el Teatro ha encontrado un hueco considerable. En mi último sábado Granaino llegué (corriendo, como siempre) al Teatro Alhambra para acudir a la función de "La Tortuga de Darwin", en mi primer martes Montpellierense (se dirá así?) tuve que tapar el hueco que dejó un actor en un grupo de improvisadores (mamá, en francés!) y en mi primer viernes Italiano fui a ver "Il Piacere dell'Onestá" al teatro comunal de Carpi, en provincia de Modena.
Evidentemente me abstendré de hacer reseña sobre el espectáculo de Impro... vaya por dios, que poca vergüenza tenemos los improvisadores...

La Tortuga de Darwin - Teatro Alhambra, 13 Diciembre

Cia Teatro El Cruce,
Texto de Juan Mayorga
Dirección de Ernesto Caballero


Con Carmen Machi. Esta reseña podría terminarse aquí: porque la obra no es otra cosa.
El texto es bueno, per caritá, encontré interesante el hecho de abarcar un tema tan "ya visto" como la antinaturalidad de la naturaleza humaha y a la paradoja de su "inversión de evolución" (a pesar de ser la creatura biologicamente más evolucionada del planeta, el ser humano comete errores y oprobios que sus antecedentes ni pueden concebir) me pareció interesante abarcar esa critica, digo, desde el concepto de la constante adaptación a las circunstancias (verdadero motor de la evolución).
La obra tampoco falta de puntos divertidos, de parrafadas potentes, de frases para apuntarse: un buen texto, en definitiva. Tengo colegas que saben más que yo que me dicen que de Juan Mayorga se han visto cosas mejores. Yo, que soy ignorante (hoy en día incluso nosotros tenemos derecho a abrir todos los blogs que queremos...) comparo el texto a un iceberg sin punta.
La escenografía no esta mal tampoco, me gustó mucho la solución del "pasillo" marcado por las luces en el suelo entre la cuarta pared y el estudio del profesor, las plantas son bonitas y las paredes de invernadero son baratas. En fin.
La puesta en escena... ¡Boh! Sin pena ni gloria.
Los actores secundarios... ¡Bah! Con pena sin gloria.*
Carmen Machi. Hubo un momento en la obra a partir del cual dejé de mirar los otros actores. Sólo me fijaba en Ella, en la exactitud de la mímica de su cara, en la dureza de su cuerpo de tortuga, con aquellos dos deditos de la mano izquierda que no terminaron de separarse durante su rápida evolución, su joroba, esas piernas rectas como dos palos (¿cómo puede aguantar un ser humano dos horas en esa postura... actuando?). ¿Cómo puede actuar un ser humano con esa voz que mata la garganta, pegando gritos, cambiando de tono, llorando y riéndo? Durante dos horas.
Dos horas al final de las cuales la muy cabrona tiene todavía la energía para tumbarse bocabajo cual muerta asfixiada y empezar a pegar brincos convulsionando todo el cuerpo para luego coger una salchicha frankfurt y comersela como se la comería una tortuga.
Porque cuando la miras tienes que volver a convencerte de que en realidad eso es un ser humano, una persona que está actuando de tortuga, no es una tortuga de verdad, no. Aunque la parezca.
Carmen domina perfectamente los tiempos de la interpretación, las subidas y las bajadas de intensidad, de tono y de registro, hace reír, da piel de gallina, asusta y convence.
Cómo dice Miguel Rojo: "¿Es Carmen Machi Dios?"
Sí.


* Hay que decir las cosas como son, el "doctor" es convincente.

jueves, 18 de diciembre de 2008

Arrivederci, Granada.

Cómo probablemente muchos sabrán, tengo a mi lado una creatura hermosa, seguramente escapada de algún cuento, algún cuento que nunca he podido contar, basicamente por qué no me lo sé. Este cuento, resulta que he decidido de vivirlo en persona.
Es un cuento que contiene dentro de sí muchos cuentos más, que los inspira, que los emana. En palabras del maestro Basile, "Lu cuntu de li cunti", lo que viene a ser una linda historia de amor.
Pero ella está lejos, ahora, y por esto ya no hay tiempo para anticipaciones del próximo episodio: ya me he ido. Pero quería despedirme igual... Por lo menos aquí en el blog donde las cosas "constan" ;)
A veces mi Ego me juega malos tiros (bueno, eso ya se sabía...) y me dice que puede ser que me vaya para formar parte, al menos en una ocasión, de aquellos "mejores" que siempre son los que se marchan.
Pero al disiparse el delirio de gloria, la Melancolía ocupa pedantemente su lugar. Me recuerda los antes y los despueses, los adioses y los recuerdos color sepia. Entonces la Cordura se viste con gorro y gabardina, se encoge de hombros y me dice "Siempre nos quedará Granada".
Y mientras la Locura, la Melancolía, y la Cordura se miran perplejas ante el fracaso, pienso que los mejores no son ni los que se van, ni los que se irán, ni los que se fueron. Tampoco los mejores van a ser los que están y punto, porque así sería muy facil.
De pronto los mejores aparecen cómo los que, esté yo donde esté, vaya yo a donde vaya, estén ellos donde estén y vayan a donde vayan, los mejores son los que sabes que nunca se van a ir.

Gracias, familia.
Arrivederci.